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Servicio Volkswagen

Servicio Volkswagen

Todos hemos estado en esa situación: alguien nos pide prestado el coche o queremos conducir el vehículo de un amigo o familiar. Pero, ¿sabes realmente qué pasa si manejas un coche y no estás incluido en el seguro?

Principalmente, para poder circular con confianza y legalidad en las carreteras españolas, el vehículo debe tener un seguro. Pero, ¿es siempre necesario que tu nombre esté en esa póliza?

Casos en los que puedes conducir sin tu nombre en el seguro:

  1. Conductores profesionales: Imagina a los conductores que trabajan en empresas de transporte. Pueden manejar vehículos no asegurados a su nombre si la empresa tiene un seguro que cubre tanto al vehículo como al conductor. Es una especie de «seguro comodín» por la variabilidad de conductores que pueden manejar el mismo coche.
  2. Conductor ocasional: Si eres un conductor ocasional y usas un coche asegurado a nombre de otro, podrías estar cubierto por su seguro. Pero ¡atención! Esto no es una regla general, y siempre es mejor confirmar con la aseguradora.
  3. Pruebas de conducción: Tanto si estás aprendiendo a conducir en una autoescuela como si estás probando un coche nuevo en un concesionario, hay un seguro que cubre esta situación. Aunque, por supuesto, siempre deberás estar acompañado por un instructor.

Consejo clave: Siempre es vital asegurarse de que el coche tenga un seguro activo que pueda cubrir daños a terceros en caso de accidente.

Pero, si esta situación de prestar o compartir coche es algo recurrente para ti, hay una solución genial: incluir un segundo conductor en la póliza. Aquí te cuento por qué:

  • Ahorras dinero: Contrario a lo que muchos piensan, esto puede reducir costes. Asegurar a dos en vez de uno puede resultar en primas más atractivas.
  • Flexibilidad: Si por alguna razón no puedes conducir, ¡no hay problema! Alguien más cubierto por tu seguro puede hacerlo.
  • Tranquilidad: Ambos, tanto el titular como el segundo conductor, pueden manejar con la seguridad de estar protegidos.
  • Protección adicional: Si ocurre algún accidente, ambos estarán cubiertos. Eso da mucha paz mental.

 

Antes de decidir: Si te ves en la tesitura de prestar tu vehículo o de conducir el coche de alguien más, toma un momento para reflexionar. Muchas veces actuamos por impulso o por querer ayudar, pero la responsabilidad que implica conducir un automóvil es considerable. No solo está en juego tu bienestar o el de tu coche, sino también el de terceros. Por eso, antes de darle las llaves a alguien o de tomar el volante de un vehículo que no es tuyo, consulta la póliza del seguro y verifica que todo esté en orden. Recuerda, una decisión informada es siempre la mejor elección para prevenir inconvenientes y disfrutar con total tranquilidad de la carretera. ¡Prevenir siempre es mejor que lamentar!