Servicio de cambio de pastillas de freno

¿Cuándo necesitas cambiar las pastillas de freno? ¿Y los discos?

En el proceso de frenado de un vehículo es indispensable la presencia tanto de las pastillas de freno como de los discos. Las primeras se pegan a la rueda para que, con el rozamiento; vayan reduciendo la velocidad de giro. Los segundos, que van integrados dentro de las pinzas de freno; por su parte rozan con los primeros. 

Debido a que no se puede entender el funcionamiento de ambos sin la fricción, su desgaste suele ser mucho más elevado que el de otras piezas del vehículo. Su cambio dependerá de cada vehículo, y deberás consultar las instrucciones del fabricante. De todas formas, si atendemos a la norma general, nos dice que debemos cambiar los discos cada dos cambios de pastillas, y estas cada 30/60.000 kilómetros.

¿Cuántos tipos de pastillas de freno hay?

En general, podemos encontrar 3 tipos de pastillas de freno diferentes: orgánicas sin asbestos, cerámicas y semimetálicas. Las primeras, también conocidas como NAO, no contaminan en su descomposición y son fácilmente desechables. Son muy silenciosas, pero su vida útil es más bien corta, por eso se utilizan en vehículos que no requieren mucha fuerza de frenado.

Las pastillas cerámicas, por su parte, sí que cuentan con una excelente fuerza de frenado y se utilizan en la mayoría de vehículos, ya que tampoco producen un excesivo ruido ni liberan mucho polvo.

Por último, se encuentran las pastillas semimetálicas. Estas cuentan con una enorme eficiencia en el frenado y en la evasión del calor producido en el mismo, pero su desgaste y ruido son más pronunciados. Es fácil verlas en coches deportivos.